PÚSTULAS FACIALES
Autores Dres Josep M Casanova, Sergio Moreno, M Reyes García de la Fuente
-Después de las «verrugas» la consulta más frecuente en dermatología son las pústulas faciales. En este caso los diagnósticos que nos plantearemos son acné polimorfo, rosácea, dermatitis periorificial, foliculitis y tiña facial. Pensaremos en acné polimorfo o vulgar si se trata de un paciente entre 15 y 25 años que consulta por papulopústulas y comedones en frente, mejillas y mentón, con o sin cicatrices. Si tiene más de 40 años, eritema facial difuso y/o telangiectasias, con episodios bruscos de “sofocos” o flushing y papulopústulas, sin que se aprecien comedones ni cicatrices, probablemente se trate de una rosácea. Si las papulopústulas predominan alrededor de la boca y el mentón o en los párpados seguramente se tratará de una dermatitis perioral, relacionada con el exceso de cosméticos y con el uso repetido de corticoides. Ambas son más frecuentes en mujeres. Pensaremos en foliculitis cuando las pústulas estén centradas por un pelo y aparezcan en zonas pilosas de la barba en el varón o en el cuero cabelludo en hombres y mujeres. Suelen tener un curso más agudo y ser dolorosas y se presentan en muchas ocasiones agrupadas de manera asimétrica en algunas áreas. Si nos encontramos con pústulas agrupadas en un círculo, que crece en pocos días y forma una figura anular que cura por el centro y crece en periferia de un modo asimétrico, probablemente se trate de una tiña. En este caso suele haber el antecedente de contacto con animales de pelo o con otro niño con lesiones similares. Las tiñas suelen ser únicas y asimétricas, aunque no es raro la existencia de 2 o 3 lesiones.