Efluvio telogénico
EFLUVIO TELOGÉNICO
Autores: María Reyes García de la Fuente, Sergio Moreno Palma, Josep Manel Casanova Seuma
Etiología
-Las causas suelen ser eventos estresantes como algunas enfermedades sistémicas, debilitantes o febriles, enfermedades metabólicas o endocrinas (disfunción tiroidea, hiperandrogenismo, hiperprolactinemia), déficits nutricionales (hierro, zinc, estradiol y proteínas) debidos a dietas de adelgazamiento brusco, procesos quirúrgicos complejos con una hemorragia significativa, un parto o un traumatismo importante, fármacos (β-bloqueantes, retinoides, anticoagulantes, antitiroideos), enfermedades cutáneas como las eritrodermias o un estrés psíquico importante (Loh SH, 2018).
Clínica
-Se caracteriza por una pérdida brusca de cabello, que afecta de forma difusa a todo el cuero cabelludo y aparece 3-4 meses después del evento causante (Asghar F, 2020). Puede asociarse o no a dolor al tocar el cabello o el cuero cabelludo o al peinarse, lo que se conoce como tricodinia. Más rara vez, si el proceso estresante persiste más de 6 meses y va fluctuando durante años, el efluvio telógeno puede hacerse crónico, con un inicio más insidioso.
-El 90% de los casos son mujeres de entre 30 y 50 años.
-El evento estresante causa el paso de un número significativo de folículos pilosos de fase anágena a telógena de forma prematura, seguido de forma rápida de la caída del pelo.
-La caída suele iniciarse 2-3 meses después del evento causante y persistir 3-6 meses, tras los cuales el cabello se recupera ad integrum en unos 6-12 meses.
-En el cuero cabelludo normal, aproximadamente el 85% son cabellos anágenos o en crecimiento y el 15% son cabellos telógenos, a punto de desprenderse. Unos pocos están en catágeno o en reposo. La fase de crecimiento dura casi 4 años tras los cuales reposa unos 4 meses, mientras un nuevo cabello anágeno comienza a crecer debajo del cabello telógeno y lo empuja hacia afuera. En el efluvio telógeno, el evento estresante, puede provocar que el 70% del cabello anágeno se precipite a la fase telógena y provoque la caída del cabello (Hughes EC, 2021).
-Los pacientes no suelen relacionar la caída con el evento estresante debido al lapso de tiempo entre ambos.
-Recientemente, se han descrito pacientes que han pasado una infección moderada o grave por COVID-19 y han desarrollado al cabo de unos 50-60 días un efluvio telógeno (Rizzetto G, 2021). En algunas de las series estudiadas, un 2% de los pacientes con COVID-19, presentaron un efluvio telógeno (90% eran mujeres). La mayoría de casos eran al menos moderados, ya que el 70% precisaron ingreso hospitalario (Olds H, 2021). En otro estudio se detectó que dos terceras partes de los pacientes con COVID desarrollaron un efluvio telógeno postinfeccioso y más de la mitad tricodinia (Starace M, 2021).
-Después de la alopecia androgénica, es segunda causa más común de alopecia difusa, de la que se diferencia por la brusquedad del proceso (la alopecia androgénica es más insidiosa, a menos que ambos procesos se solapen).
-La caída puede llegar a ser tan intensa que se llegue a perder la mitad del cabello. Los pacientes suelen tener ansiedad porque temen quedarse calvos.
-La exploración del cuero cabelludo es normal, sin hiperqueratosis folicular ni cicatrices, sin descamación ni inflamación. Pueden caer mechones enteros de cabello en telógena y el cabello pierde color y brillo (Malkud S, 2015).
-El “test del tirón” es fuertemente positivo. Al traccionar varios mechones de 20-30 pelos, se obtienen 3 o más cabellos de diversas áreas en lugar de 1 ó 2 de algún punto, sin haberse lavado el cabello en las últimas 24 horas.
-Se debe diferenciar de la alopecia androgénica, la alopecia areata difusa o el efluvio anágeno (alopecia no cicatricial por quimioterapia, tóxica para las células en división rápida como el pelo en anagén), que se produce a los 14 días de la administración del fármaco causante (Saleh D, 2021).
Diagnóstico
-Se tiene que preguntar por antecedentes recientes, entre 2 y 6 meses de un evento estresante, y realizar una analítica para excluir trastornos endocrinos, en especial tiroideos (T3, T4 y TSH), nutricionales (hemograma, hierro y ferritina) y autoinmunes (Malkud S, 2015). Igualmente se ha de interrogar por un estrés psicológico intenso y/o sostenido.
-Algunos autores también aconsejan determinar vitamina D y zinc ya que encuentra un número significativo de pacientes con efluvio telógeno que padecen algunos de estos déficits (Cheung EJ, 2016).
-En un estudio sobre 3028 pacientes con efluvio telógeno se detectó que el 6,2% de los pacientes tenían anemia ferropénica, el 4,6% disfunción tiroidea, el 72,2% déficit de vitamina D, el 30,7% déficit de vitamina B12, el 4,4% de ácido fólico y el 2,1% de zinc (Yorulmaz A, 2021).
Tratamiento
-En el tratamiento del efluvio telógeno es fundamental identificar y eliminar en lo posible los factores causantes, tranquilizar a los pacientes y explicar la evolución natural de la enfermedad, con recrecimiento progresivo del cabello a los 3-6 meses del cese del proceso causante. También se ha de intentar corregir el estrés.
-Evitar los fármacos inductores de la fase catágena (β-bloqueantes, retinoides, anticoagulantes, antitiroideos).
-Corregir los trastornos endocrinos que inducen la fase catágena como disfunción tiroidea, hiperandrogenismo o hiperprolactinemia. Dar terapia de sustitución en caso de déficit (hierro, zinc, estradiol, proteínas). Mantener la ferritina sérica por encima de 40-60 ng/dl. Podemos administrar sulfato ferroso 300 mg 3-4 veces al día durante unos 6 meses.
-Realizar una dieta equilibrada y huir de las dietas de adelgazamiento rápido.
-Se puede administrar minoxidil tópico ya que es un fármaco que prolonga la fase anágena (Asghar F, 2020).
-La biotina es popular en los suplementos para el tratamiento de la pérdida de cabello, aunque no se ha establecido la frecuencia de su déficit en casos de pérdida de cabello. En un estudio de casos y controles se determinaron los niveles séricos de biotina y no se encontraron diferencias significativas entre ambos (Abdel Rahman SH, 2020).
Bibliografía
-Asghar F, Shamim N, Farooque U, Sheikh H, Aqeel R. Telogen Effluvium: A Review of the Literature. Cureus. 2020; 12:e8320.
-Hughes EC, Saleh D. Telogen Effluvium. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2021 Jan–.2021 Jun 8.
-Rizzetto G, Diotallevi F, Campanati A, Radi G, Bianchelli T, Molinelli E, Mazzanti S, Offidani A. Telogen effluvium related to post severe Sars-Cov-2 infection: Clinical aspects and our management experience. Dermatol Ther. 2021; 34:e14547.
-Olds H, Liu J, Luk K, Lim HW, Ozog D, Rambhatla PV. Telogen effluvium associated with COVID-19 infection. Dermatol Ther. 2021; 34:e14761.
-Starace M, Iorizzo M, Sechi A, Alessandrini AM, Carpanese M, Bruni F, Vara G, Apalla Z, Asz-Sigall D, Barruscotti S, Camacho F, Doche I, Estrada BD, Dhurat R, Gavazzoni MF, Grimalt R, Harries M, Ioannidis D, McMichael A, Melo DF, Oliveira R, Ovcharenko Y, Pirmez R, Ramot Y, Rudnicka L, Shapiro J, Silyuk T, Sinclair R, Tosti A, Vano-Galvan S, Piraccini BM. Trichodynia and telogen effluvium in COVID-19 patients: Results of an international expert opinion survey on diagnosis and management. JAAD Int. 2021; 5:11-18.
-Malkud S. Telogen Effluvium: A Review. J Clin Diagn Res. 2015; 9:WE01-3.
-Saleh D, Nassereddin A, Cook C. Anagen Effluvium. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2021 Jan–.2021 Aug 12.
-Cheung EJ, Sink JR, English Iii JC. Vitamin and Mineral Deficiencies in Patients With Telogen Effluvium: A Retrospective Cross-Sectional Study. J Drugs Dermatol. 2016; 15:1235-1237.
-Yorulmaz A, Hayran Y, Ozdemir AK, Sen O, Genc I, Gur Aksoy G, Yalcin B. Telogen effluvium in daily practice: Patient characteristics, laboratory parameters, and treatment modalities of 3028 patients with telogen effluvium. J Cosmet Dermatol. 2021. doi: 10.1111/jocd.14413.
-Abdel Rahman SH, Mohammed Salem R, Hassan Sabry J. Biotin Deficiency in Telogen Effluvium: Fact or Fiction? J Clin Aesthet Dermatol. 2020; 13:37-40.